Residence Hall

Alicante /
(2024)

LA PLAZA COMO TRANSICIÓN

El proyecto se compone de dos bloques edificatorios estratégicamente ubicados para optimizar el soleamiento de las habitaciones y garantizar la privacidad de los usuarios al evitar vistas cruzadas. La disposición de estos volúmenes establece una relación directa con la plaza central, potenciando su papel como conector y espacio articulador del conjunto. 

La residencia de estudiantes en Málaga se organiza alrededor de una plaza central en semisótano, concebida como un espacio que reinterpreta el límite entre el exterior y el interior. Este ámbito, cuidadosamente modelado, actúa como un nodo de integración social y funcional, promoviendo relaciones espaciales fluidas y transiciones continuas. 

El acceso a la plaza se resuelve mediante un sistema de graderíos escalonados, que se inserta dentro de la volumetría del edificio. Este recurso no solo facilita la conexión entre los niveles exteriores e interiores, sino que también genera un espacio de encuentro y estancia, configurando un elemento arquitectónico que articula el proyecto.

LA NATURALEZA COMO PARTE DEL DISEÑO

El diseño del entorno inmediato prioriza la integración paisajística mediante una densidad significativa de vegetación, que actúa como un marco natural para las geometrías del edificio y como un filtro que suaviza la relación con el tejido urbano circundante. La vegetación no se limita al perímetro del proyecto, sino que penetra estratégicamente en los espacios arquitectónicos, generando una interacción directa entre el paisaje y las áreas habitables.

Además de su aporte estético, estas áreas verdes cumplen un rol esencial en la sostenibilidad ambiental del proyecto. Contribuyen a la regulación térmica, mejoran la calidad del aire y ofrecen espacios de descanso y recreo que potencian el bienestar de los usuarios. Este enfoque responde a una visión contemporánea de la arquitectura, donde la naturaleza y lo construido se fusionan para generar un impacto positivo tanto en el entorno como en sus habitantes.

DIÁLOGO ENTRE LO VISIBLE Y LO LATENTE

Las áreas comunes de la residencia, ubicadas bajo rasante, se han diseñado para aprovechar la topografía y optimizar su conexión con la plaza central. Esta estrategia no solo permite una integración fluida con los espacios exteriores, sino que también responde a criterios de eficiencia energética y uso racional del terreno.

Estos espacios bajo rasante albergan las actividades colectivas más relevantes, como zonas de estudio, áreas de ocio y espacios recreativos. Gracias a su configuración semienterrada, se maximiza el uso de luz natural y ventilación cruzada, minimizando la necesidad de sistemas artificiales. La interacción visual y funcional con la plaza central convierte a estos espacios en puntos de actividad vibrante, fomentando el intercambio social y académico entre los residentes.

MOVIMIENTO, LUZ Y SIGNIFICADO

La fachada del edificio se plantea como un sistema dinámico de planos en movimiento que generan una percepción cambiante dependiendo de la posición del observador. Este diseño, basado en una modulación precisa y un lenguaje contemporáneo, busca dotar al proyecto de una identidad singular. La textura y los volúmenes en relieve interactúan con la luz natural, creando juegos de sombras que acentúan la sensación de dinamismo y vitalidad.

En su conjunto, la residencia representa una síntesis entre sostenibilidad, funcionalidad y expresividad arquitectónica. Cada decisión, desde la integración paisajística hasta el tratamiento de los espacios bajo rasante y la fachada, responde a una intención clara de trascender los límites tradicionales de la arquitectura. El proyecto aspira a ser más que un lugar de residencia; se configura como un entorno diseñado para el desarrollo, la interacción y el bienestar de sus habitantes, sin perder de vista su inserción en el contexto urbano y paisajístico de Málaga.

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